Por el contrario, se clasifican como cargas internas aquellas generadas dentro del propio edificio:
– Ocupación: Los usuarios son fuentes de calor, de poco impacto cuando su número es bajo pero un condicionante importante si el ratio de personas por m2 es elevado en la estancia o edifico a estudio.
– Iluminación: Los sistemas de iluminación, a parte de su función principal de generar luz, aportan también calor. Según el tipo de fuente su aportación es más o menos significativa.
– Equipos: La maquinaria que utilizan los ocupantes de la estancia a estudio también condiciona la carga térmica. Estos elementos generan calor, que en función del tipo y numero de máquinas, alteran en mayor o menor medida el ambiente interior.
Para poder realizar el balance energético de un edificio; (es decir poder valorar la energía que estamos captando y la que estamos perdiendo por la envolvente de éste) y considerandos los dos tipos de cargas (externas o internas) y respecto a ellas valoraremos si están actuando a favor de nuestro confort térmico o en contra: